viernes, 26 de noviembre de 2010

Años sin aparacer


Tenía tres años sin escribir... tres años en que mi vida cambió en muchos aspectos. Me siento renovada, tranquila y en paz. Más creativa, con ganas de crecer e innovar cada día lo que este en mi alrededor.
Estoy en otra etapa importante de mi vida....
Cerrando ciclos, abriendo otros.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Feliz Navidad!!!!



A todos aquellos que estan cerca,
a aquellos que se encuentran lejos,
les deseo una maravillosa navidad y un próspero año nuevo.
Mil bendiciones para cada uno.
Los quiero mucho. Mis mejores deseos.
Que la pasen bien!!!!

viernes, 30 de noviembre de 2007

Manoa




Han escuchado alguna vez el mito de El Dorado?

El martes en la clase Comunicación y Cultura en la universidad, discutíamos acerca de la cultura latinoamerica y de los procesos de comunicación que nacen de la misma, a partir del proceso de conquista y colonización que se produjo en América.

En eso la profesora de la materia habla acerca del mito de El Dorado y de como los conquistadores iban de un lado al otro buscando las cascadas de oro, la montaños de oro... En eso sale a relucir el poema de Eugenio Montejo llamado Manoa (que era el nombre que le daban los indígenas al Oro) y de como ese Dorado o Manoa se convierte en un sentimiento o tal vez en esa magia que envuelve a todo el que llega a esta tierra. Ahí se los dejo....


Manoa

No vi a Manoa, no hallé sus torres en el aire,
ningún indicio de sus piedras.
Seguí el cortejo de sombras ilusorias
que dibujan sus mapas.
Crucé el río de los tigres
y el hervor del silencio en los pantanos.

Nada vi parecido a Manoa
ni a su leyenda.
Anduve absorto detrás del arco iris
que se curva hacia el sur y no se alcanza.

Manoa no estaba allí,
quedaba a leguas de esos mundos,
siempre más lejos.

Ya fatigado de buscarla me detengo,
¿qué me importa el hallazgo de sus torres?
Manoa no fue cantada como Troya
ni cayó en sitio
ni grabó sus paredes con hexámetros.
Manoa no es un lugar
sino un sentimiento.
A veces en un rostro,
un paisaje,
una calle,
su sol de pronto resplandece.

Toda mujer que amamos se vuelve Manoa
sin darnos cuenta.
Manoa es la otra luz del horizonte,
quien sueña puede divisarla, va en camino,
pero quien ama ya llegó, ya vive en ella.

Trópico absoluto, 1982 Eugenio Montejo

martes, 27 de noviembre de 2007

Cerrando Círculos


O cerrando puertas. O cerrando capítulos. Como quiera llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos. Lo importante es poder dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. ¿Terminó con su trabajo? ¿Se acabó la relación? ¿Ya no vive más en esa casa? ¿Debe irse de viaje? ¿La amistad se acabó?
Puede pasarse mucho tiempo de su presente "revolcándose" en los porqués, en devolver el cassete y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.
El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted, yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos.
A pasar la hoja.
A terminar con etapas o con momentos de la vida y seguir para adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió. Y hay que soltar, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.
No.
¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa.
Papeles por romper, documentos por tirar, libros por vender o regalar.
Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.
Dejar ir, soltar, desprenderse.
En la vida nadie juega con las cartas marcadas y hay que aprender a perder y a ganar.
Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.
El pasado ya pasó.
No espere que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que ”alguna vez se den cuenta de quién es usted”.
Suelte el resentimiento, el prender “su televisor” personal para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo.
La vida está para adelante, nunca para atrás.
Porque si usted anda por la vida dejando “puertas abiertas”, por si acaso, nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción.
Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de “regresar” (¿a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron.
¡Si puede enfrentarlos ya y ahora, hágalo! Si no, déjelo ir, cierre capítulos. Dígase a usted mismo que no, que no vuelve.
Pero no por orgullo ni por soberbia sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio, usted ya no es el mismo que se fue, hace dos días, hace tres meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver.
Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo.
Ni usted será el mismo ni el entorno al que regresa será igual porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.
Es salud mental, amor por usted mismo desprender lo que ya no está en su vida.
Recuerde que nada ni nadie es indispensable.
Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque cuando usted vino a este mundo “llegó” sin ese adhesivo, por lo tanto es “costumbre” vivir pegado a él y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir.
Es un proceso de aprender a desprenderse y humanamente se puede lograr porque, le repito, nada ni nadie nos es indispensable.
Sólo es costumbre, apego, necesidad.
Pero... cierre, clausure, limpie, tire, oxigene, despréndase, sacuda, suelte.
Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.
¡Esa es la vida!
Paulo Coehlo

lunes, 29 de octubre de 2007

De brujitas!!!












Que buena fiesta de Espantos y Brujas!!! Dios quiera y se repita!!!!

Un abrazote a todos

sábado, 20 de octubre de 2007

Del autor de "El Principito"

Sé que en algún lugar del mundo, existe una rosa única, distinta de todas las demás rosas, una cuya delicadeza, candor e inocencia, harán despertar de su letargo a mi alma, mi corazón y mis riñones.
Existe... rodeada de amapolas multicolores, filtrando todo lo bello a través de sus ojos aperlados, cristalinos y absolutamente hermosos...

jueves, 27 de septiembre de 2007

El Dulce sabor de una Mujer Exquisita por Gabriel García Márquez

Dedicado a todas ustedes....
"Una mujer exquisita no es aquella que más hombres tiene a sus pies, si no aquella que tiene uno solo que la hace realmente feliz. Una mujer hermosa no es la más joven, ni la más flaca, ni la que tiene el cutis más terso o el cabello más llamativo, es aquella que con tan sólo una franca y abierta sonrisa y un buen consejo puede alegrarte la vida.Una mujer valiosa no es aquella que tiene más títulos, ni más cargos académicos, es aquella que sacrifica su sueño temporalmente por hacer felices a los demás. Una mujer exquisita no es la más ardiente (aunque si me preguntan a mí, todas las mujeres son muy ardientes...Los que estamos fuera de foco somos los hombres) sino la que vibra al hacer el amor solamente con el hombre que ama. Una mujer interesante no es aquella que se siente halagada al ser admirada por su belleza y elegancia, es aquella mujer firme de caráccter que puede decir NO. Y un HOMBRE........UN HOMBRE EXQUISITO es aquel que valora a una mujer así..............Que se siente orgulloso de tenerla como compañera.... Que sabe tocarla como un músico virtuosísimo toca su amado instrumento... Que lucha a su lado compartiendo todos sus roles, desde lavar platos y atender tripones, hasta devolverle los masajes y cuidados que ella le prodigó antes...La verdad, compañeros hombres, es que las mujeres en eso de ser 'Muy machas' nos llevan gran recorrido... ¡Qué tontos hemos sido -y somos- cuando valoramos el regalo solamente por la vistosidad de su empaque...¡Tonto y mil veces tonto el hombre que come mierda en la calle, teniendo un exquisitímo manjar en casa!"